¿Cómo puedes beneficiarte de las bonificaciones por Personal Investigador en la Seguridad Social?

Un ejemplo de ello son las bonificaciones por Personal Investigador, establecidas por Real Decreto 475/2014. Este incentivo permite reducir hasta un 40% de la cuota empresarial a la Seguridad Social por contingencias comunes del personal dedicado a actividades de I+D+I.

Este tipo de bonificaciones permite a las empresas disminuir automáticamente el gasto de personal investigador dedicado a actividades de I+D+i. Y esto supone un ahorro mensual desde el momento en el que se da de alta al trabajador como personal de investigación.

Otra de las ventajas que tienen estas bonificaciones es que son compatibles con las deducciones fiscales por I+D+i, que se pueden obtener en el caso de poseer el sello ‘Pyme innovadora’. Para el resto de las empresas puede existir esta compatibilidad siempre que no se apliquen ambos incentivos sobre el mismo investigador.

Y entonces, ¿quién puede aprovecharse de estas bonificaciones? En principio, el trabajador que perciba este incentivo deberá pertenecer al grupo de Cotización 1, 2, 3 y 4 de cotización al Régimen General de la Seguridad Social, además de destinar un 85% de su tiempo a actividades de I+D+i, pudiendo emplear el tiempo restante a actividades como formación, divulgación o similares. Por otro lado, ¿influye el tipo de contrato que tenga el trabajador? Esto no supondrá mayor problema, ya que la bonificación puede solicitarse para trabajadores con contrato indefinido, en prácticas o de obra y servicio, en el que cual sí será imprescindible permanecer durante más de 3 meses.

Ahora bien, ¿cómo podemos conseguirlo? Para ello, lo primero que debemos hacer es identificar, por un lado, actividades y/o proyectos de Investigación, desarrollo o innovación y, por otro lado, el personal dedicado en exclusividad a estos proyectos y cuyas tareas puedan estar recogidas como tareas susceptibles. De forma resumida y sin entrar en matices, hablamos de tareas de análisis de requisitos, investigación, diseño, desarrollo o pruebas.

Una vez revisadas las tareas y proyectos, es importante comprobar que cumplen las condiciones laborales. Generalmente al tratarse de perfiles técnicos e ingenieros, este punto no debería de ser muy conflictivo, pero resulta necesario verificarlo.

Uno de los puntos fuertes de este aplicativo es que permite tener un ahorro inmediato desde el momento en que se da de alta como personal bonificado, puesto que el incentivo no tiene carácter retroactivo. Esta situación se mantendrá hasta que cambien las condiciones técnicas o laborales del investigador.

Lógicamente, como casi con cualquier incentivo, es necesario justificar la correcta aplicación de las bonificaciones. El grado de información que se requiere dependerá del número de bonificados que la empresa haya dado de alta durante un mismo ejercicio fiscal. Además de esto, es importante realizar un seguimiento, ya que en ocasiones se detectan cambios en las funciones del personal que, de no prestarle atención, puede ocasionar una percepción indebida y, por tanto, una devolución de la bonificación.

Entonces, aquellas empresas que necesiten empezar a beneficiarse de estas bonificaciones, ¿cómo pueden hacerlo? Por suerte, en la actualidad existen consultorías y profesionales que cuentan con una larga trayectoria y experiencia que podrán asesorarnos sobre todos estos pasos. Así pues, es importante que encontremos una consultora que presente servicios de asesoramiento y consultoría en materia de I+D+i ayudando a las empresas a mejorar y potenciar su actividad innovadora.

Por lo que es, sin duda, una herramienta muy beneficiosa que además potencia el acceso de determinados colectivos al mercado laboral, favoreciendo la contratación de investigadores a la vez que reduce el coste que esto supone para la empresa.