El año 2020 supuso un antes y un después en nuestras vidas. La crisis sanitaria que atravesamos cambió por completo muchas cosas de nuestra sociedad, de nuestras rutinas y, por supuesto, del sector empresarial y del consumo del cliente final. id:78796
Los confinamientos, seguidos de las restricciones del ocio y del comercio y el catastrófico panorama económico que dejó la pandemia, limitaron el deseo de estrenar ropa y las oportunidades para hacerlo. El resultado fue, según los cálculos de la consultora
McKinsey, un
descenso del 30% de las ventas y una caída del 90% del beneficio de las organizaciones del sector textil a nivel global. En el caso denuestro país, las pérdidas de la industria de la moda en 2020 ascendieron a un
39,8%, conforme a los datos proporcionados la patronal del comercio textil
Acotex.
Afortunadamente, y, tras meses de pérdidas, el sector de la moda arrancó en 2021 su recuperación en España: entre enero y mayo de 2021 los ingresos de la industria textil aumentaron un 24,9%, en el caso de sector de la confección este ascenso fue de un 25,1% con respecto al mismo lapso del año anterior. Sin duda, ahora que nos acercamos al final de este año en el que parece que hemos comenzado a ver la luz a final del túnel, que la gente ha vuelvo a retomar sus costumbres y forma de vida, es cierto que el sector textil vuelve a vivir con esperanza e ilusión épocas como las que vienen: las compras navideñas. Así pues, para pequeños y grandes comercios se prevé que 2021 finalice siendo un año de bonanzas en la industria textil, gracias, principalmente, al fortalecimiento de nuevas formas de negocio como, por ejemplo, el canal Internet.
El sector de la confección y de la moda, al igual que todos los sectores, se caracteriza por la diversidad de sus productos. Enel caso de esta industria la mayoría de los productos son estacionarios, es decir que solo se pueden encontrar en tienda en una época del año determinada, este es el caso de los jerséis o de los bañadores. ¿Significa esto que fuera de su periodo de ventas las firmas no trabajan? Ahora que vienen las fechas navideñas, la época de turrones, villancicos, bufandas y frío, ¿qué pasa realmente dentro de una fábrica de moda baño de nuestro país?
Cabe destacar que, en el caso de las firmas de bañadores y bikinis, pese a que la actividad comercial se limita exclusivamente a la época de calor, el resto del año seguimos trabajando sin cesar volcando nuestro trabajo en el diseño, confección y producción de sus siguientes colecciones. Una de las principales características de este sector es el trabajo con vistas al futuro, porque mientras fuera hace frío e incluso nieva, nosotros estamos terminando los últimos detalles de los bañadores y bikinis que se lucirán en playas y piscinas dentro de solo unos meses e, incluso, vamos un poco más allá.
Y es que, aunque resulte extraño de imaginar, el mes de noviembre, por ejemplo, es un mes clave para la industria de la moda baño en nuestro país, ya que mientras el otoño cobra fuerza en nuestras vidas y los escaparates, nos encargamos y preocupamos por elegir los nuevos patrones y tejidos que se emplearán en la colección de dentro de dos veranos.
Por otra parte, contrariamente a lo que pudiésemos pensar, los meses de diciembre y enero, son otros de los meses más importantes en nuestro sector y la elaboración del producto final. Diciembre es el mes que las firmas destinamos a la producción de nuestros bañadores y bikinis. Además de esta tarea, este mes se destina a trabajar en el diseño de los nuevos patrones de la futura colección, labor que se finaliza en el mes de enero.
No obstante, está claro que los meses de julio, agosto y septiembre, son los momentos importantes para la moda baño y es que, aparte de ver si el trabajo de todo el año ha tenido éxito y que este repercute en las ventas y los beneficios de la empresa en su facturación anual, debemos también estudiar las nuevas tendencias con el fin de extraer ideas de cara a posteriores colecciones.
Algunas de estas últimas tendencias han sido la moda sostenible y la moda Made In Spain, tendencias que se han potenciado tras el fin de la pandemia. Muchas han sido las personas y empresas que se han dado cuenta de que nuestro planeta atraviesa un momento complicado y han decido actuar en consecuencia y modificar sus hábitos de consumo y producción. Por otra parte, apostar por el pequeño comercio y las empresas de nuestro país ha sido otra de las preferencias de los consumidores y, sin duda, un aliciente para que sigamos trabajando con la misma ilusión de siempre.
Así que sí, mientras llega la Navidad, el frío, el invierno y nuestros productos quedan lejos de los pensamientos, escaparates, maletas y armarios, nuestro trabajo, por suerte, no cesa ni descansa.