La pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de la adaptabilidad de los espacios sanitarios para poder responder a las nuevas demandas estructurales, tecnológicas y funcionales de una sanidad y una sociedad en constante cambio. Esta es una de las premisas bajo las que trabaja de ENERO Arquitectura, el estudio especializado en arquitectura hospitalaria que comenzó su andadura hace más de 15 años y que, a día de hoy, se caracteriza por diseñar espacios funcionales y flexibles, que permitan cubrir todas las necesidades asistenciales en los centros sanitarios que desarrolla. id:84457
ENERO Arquitectura lleva más de diez años ejecutando las obras de adecuación, reforma y ampliación del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, un complejo hospitalario que ha sufrido continuas renovaciones y ampliaciones desde
su edificación en 1955 para ir adaptándose a las nuevas exigencias asistenciales de la población y de los avances tecnológicos de la medicina. ENERO Arquitectura, a la hora de asumir el encargo de consultoría para el
plan director, la redacción de los proyectos, la dirección facultativa de las obras y la ejecución de las mismas, tuvo que hacer frente a dos grandes desafíos: por un lado,
adecuar sus instalaciones al aumento de la población y sus nuevas necesidades asistenciales, pero también a las
nuevas exigencias técnicas y tecnológicas de los centros hospitalarios del siglo XXI, siendo uno de los hospitales españoles de referencia nacional.
El Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz forma parte de la primera parcela del Plan Especial de Ciudad Universitaria. Se trata de un edificio protegido e incluido en el catálogo de Edificios con Protección del Ayuntamiento de Madrid; en el que cualquier actuación necesaria en la fachada debe seguir las directrices de protección del planeamiento vigente. Los servicios de consultoría realizados en una primera instancia por ENERO Arquitectura, se centraron no sólo en la resolución de estos condicionantes , sino también en un profundo análisis que prevé la futura evolución del centro. Todo ello con el objetivo de crear un hospital que responda a las necesidades y objetivos de la actual sociedad y medicina: más humano, más innovador y tecnológico, y más sostenible y eficiente para ser capaz de afrontar los mayores retos sanitarios, de los que tanto hemos aprendido en los últimos años y que ahora nos hacen entender, más que nunca, la función esencial de un centro de referencia como éste.
En primer lugar, se tuvo en cuenta el crecimiento demográfico del entorno del hospital y la transformación del segmento poblacional asignado al mismo. En paralelo a la definición del conjunto hospitalario, también se ha trabajado en la seguridad y la accesibilidad al centro, siguiendo en todo momento los nuevos estándares de calidad fijados por la Comunidad de Madrid. Para entender la complejidad y dimensión del proyecto, es importante asimilar que las intervenciones descritas debían respetar en todo momento el normal funcionamiento del hospital. Si el pasado y el presente de este centro han sido esenciales para realizar las obras de adecuación, reforma y ampliación, también lo ha sido su proyección hacia el futuro, cuya incertidumbre (ejemplificada en la pandemia de la COVID-19) [FC1] prevé la edificación de un nuevo volumen flexible[FC2] e innovador, capaz de adaptarse a los cambios asistenciales y tecnológicos venideros.
Por todo ello, el factor estratégico en la planificación ha sido esencial en este proyecto, establecido en dos etapas, en las que la innovación y la tecnología han sido la clave para su consecución.
Primera etapa
El objetivo principal de la primera etapa —llevada a cabo por ENERO Arquitectura entre los años 2009 y 2014— fue el de incrementar la dotación fija del centro mediante el aumento en un 30% de las camas disponibles. De esta manera, se lograría alcanzar el número significativo de 750 (es decir, 175 camas más que cuando se construyó el complejo hospitalario).
Segunda etapa
En la segunda etapa —que ENERO Arquitectura está ejecutando desde el año 2014— se está trabajando la ambiciosa ampliación de la superficie del centro y, además, se están implementando mejoras en los sistemas de climatización, gracias a la optimización de la envoltura de los edificios que aumenta exponencialmente su eficiencia. En paralelo, gracias a un sistema de control solar, se consigue otra gran mejora en la eficiencia, en este caso de las cargas térmicas, del sistema eléctrico y de iluminación, para la obtención de un centro hospitalario más sostenible e innovador.
De entre todas ellas, las obras de renovación de espacios interiores que han supuesto una mayor complejidad realizadas en los últimos años son, sin duda, el nuevo Bloque Quirúrgico, la nueva UCI y la nueva área del servicio de Medicina Nuclear, a los que se unen laboratorios para equipos de análisis e investigación clínica, reformas de espacios comunes, nuevos núcleos de comunicación y evacuación, nuevas y eficientes instalaciones generales, etc.
El nuevo Bloque Quirúrgico
El nuevo bloque quirúrgico cuenta con dieciocho quirófanos integrados de gran superficie, polivalentes y con la última tecnología incorporada. Tres de ellos son especialmente destacables: hay dos quirófanos híbridos equipados con equipos de radiodiagnóstico de última tecnología que complementan las características propias de un quirófano; y un tercer quirófano de neurocirugía equipado con una resonancia magnética de alto campo, intraoperatoria. Las obras para permitir la introducción e instalación de estos equipos han requerido proyectar estructuras especiales, como el refuerzo de los forjados y las vigas para soportar el peso de estas dotaciones. La definición de este espacio tuvo tanto en cuenta la tecnología y el equipamiento como los factores de humanización, definidos –entre otros aspectos– por la iluminación regulable combinada con luz natural, la amplitud de los espacios.
La nueva UCI
La nueva Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz también integra y unifica los requisitos de humanización y de innovación, una visión global que se ha convertido en seña de identidad de los proyectos hospitalarios de ENERO Arquitectura. Esta área cuenta con 23 boxes independientes que permiten la presencia de familiares y acompañantes de los pacientes, ofreciendo una mayor privacidad. Las obras de la nueva UCI, finalizadas en agosto de 2019, se convirtieron en un pilar fundamental en la lucha contra la COVID-19 en este hospital, considerado referente en la lucha contra esta pandemia.
Humanización, eficiencia, innovación y flexibilidad son algunos de los aspectos diferenciales que han convertido esta nueva Unidad de Cuidados Intensivos en un referente internacional.
El nuevo servicio de Medicina Nuclear
El hospital necesitaba integrar 3 nuevos equipos electromédicos para el servicio de medicina nuclear. La nueva unidad de medicina nuclear cuenta con 560m2 en los que se incluyen tanto los espacios propios de la unidad como los espacios de circulación de pacientes. El proyecto se compone de dos zonas muy diferentes: la zona “fría” formada por las áreas generales de espera, admisión de pacientes, salas de trabajo y de preparación de informes para los facultativos, y un despacho/consulta para el jefe de servicio. Por otro lado, la zona “caliente”, que comprende los espacios de diagnóstico (salas de PET-TC, SPECT-TC y de TAC, y sus salas técnicas y de control), las zonas de espera de pacientes antes de la prueba (5 boxes y cabinas de vestuario), sala de espera con aseos y la sala de preparación de dosis denominada “Gammateca”, con espacio propio de preparación de pacientes.
La integración de estos equipos requirió una precisión milimétrica en la obra: para encajar en una superficie y altura muy reducidas de origen las nuevas salas y los equipos, para proyectar y ejecutar unos refuerzos estructurales que soportasen el peso de los equipos y las protecciones radiológicas de plomo precisas, para la integración de las instalaciones en unos falsos techos muy ajustados por los requerimientos de altura de los equipos electromédicos.
BENEFICIOS DE LA CONSULTORÍA REALIZADA AL HOSPITAL UNIVERSITARIO FUNDACIÓN JIMÉNEZ DÍAZ
Gracias al servicio de consultoría realizado por ENERO Arquitectura, el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz no solo ha seguido funcionando con total normalidad al mismo tiempo que las obras se efectúan. Sino que la actividad del centro ha aumentado considerablemente y se ha mejorado el acceso y tránsitos en los edificios. Además, los costes de reforma respecto al baremo de intervenciones anteriores se han reducido en un 25%, mientras que la satisfacción de los usuarios a nivel asistencial del hospital se encuentra por encima del 95%.