Los avances tecnológicos han ido de la mano con los ataques cibernéticos hoy en día. id:47208
De acuerdo con
HOSTALPACA, en casi todos los países hackers roban información de miles o hasta millones de personas. España figura como el cuarto país más afectado por el secuestro de datos. Un 66% de responsables de la seguridad de comunicación ha sido víctima de este tipo de robo.
Las cifras son preocupantes porque de la Unión Europea, España es el país que más ataques ha sufrido. El primer lugar de este ranking lo ocupa Arabia Saudita. Los números no invitan al optimismo y solo revelan que en cuanto a seguridad en las redes somos un país bastante frágil.
Los gobiernos reconocen que garantizar la seguridad en las redes es una tarea muy compleja. El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) detectó en 2018 un total de 38.000 incidentes de ciberseguridad. Estas cifras representan un crecimiento del 43% respecto a 2017. El organismo reveló que la mayoría de ataques fueron neutralizados, pero 102 se consideraron críticos.
Especialistas sostienen que las amenazas en las redes aumentarán en los próximos meses. Solo en enero el Centro Criptológico Nacional, órgano que depende del CNI, identificó más de 4.000 incidentes. Los expertos afirman que cada vez más personas intentan usar la web de forma malintencionada. La falta de medidas y herramientas de seguridad en Internet facilita los ciberataques.
Las autoridades solo se refieren a los ataques cibernéticos en época de elecciones. La principal preocupación de los políticos tiene que ver con el sistema informático electoral. Más allá de este no han reparado en intentar solucionar el problema de la inseguridad en el ciberespacio. El problema es que casi nunca hay culpables, ni procesados por el desastre que ocasionan.
Las estrategias de desinformación o fake news también son ataques masivos en las redes sobre los cuales no hay ningún tipo de control serio por parte del gobierno. El principal perjudicado es el usuario, quien recibe todo tipo de información sin corroborar de qué fuente proviene o si es víctima de manipulación.
Los encargados de la seguridad hacen énfasis en la necesidad de contar con una legislación internacional para establecer las políticas de ciberdefensa. Entre las principales dificultades sostienen que hay una incertidumbre acerca de cómo encontrar a los causantes de los ciberataques. Además, señalan que la ausencia de presupuesto para frenar este problema les juega en contra, de manera que el problema es más complejo de lo que parece.
Origen de los ataques
Por si fuera poco el número de ataques que recibe cada año, España se ubica como uno de los principales países en donde se originan estos ciberataques para el resto del mundo. De acuerdo con F5 Labs, entre enero y junio de 2017 nuestro país fue el foco del 83% de los ataques a nivel mundial.
Los ciberdelincuentes han visto en el aumento de la conectividad a internet en un blanco muy atractivo. ¿Cuáles son sus principales víctimas? Según la compañía americana, los atacantes prefieren los routers de pequeñas empresas, cámaras IP y cámaras de seguridad.
El método más común que emplean para infectar estos dispositivos es el rastreo de internet en busca de servicios abiertos de administración remota. Los hackers aprovechan la vulnerabilidad en estos aparatos y en las infraestructuras IoT (servidores y bases de datos a los que se conectan dichos dispositivos).
De acuerdo con F5 Labs, más del 60% de dispositivos IoT analizados presentan credenciales predeterminadas por su proveedores, las cuales son muy débiles y son fáciles de vulnerar. La responsabilidad está en ambas partes: usuarios y proveedores.