La garantía pasará a ser de dos a tres años y los fabricantes tienen que tener piezas para reparar durante diez años. id:71204
El Gobierno español acaba de aprobar una modificación de la ley de consumidores, que entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2022. Con la nueva normativa, todos los productos que se compran en España tendrán una garantía de tres años -en lugar de los dos que hay actualmente- y los fabricantes estarán obligados a tener piezas para repararlos durante diez años, y no cinco como viene siendo hasta ahora.
Una medida que, según el SAT oficial ANOVO, tendrá como mayor beneficiado al medioambiente, ya que esta ampliación permitirá alargar la vida útil de los equipos. En la actualidad, transcurridos los 2 años de garantía, los dispositivos que más se suelen reparar son los de alta gama. En cambio, los usuarios que tienen equipos más económicos prefieren comprarse una nueva unidad antes que apostar por la reparación pasados estos dos años porque no les suele compensar hacerse cargo de la reparación.
Al aumentar el plazo hasta los tres años, se prevé un aumento de demanda en la reparación, principalmente entre los que hasta ahora no lo hacen, con lo que se alargará la vida útil de los dispositivos y, en consecuencia, habrá un menor impacto medioambiental.
En ese sentido, tal y como explica ANOVO, los usuarios podrán disfrutar de sus equipos durante más tiempo, lo que se traduce en un ahorro económico para su bolsillo y en una mayor comodidad para quienes prefieren no estar cambiando de dispositivo cada poco tiempo.
Leer condiciones de uso
Desde ANOVO recuerdan que, con la nueva ley, sigue habiendo incidencias que no están cubiertas por la garantía de los fabricantes. Por este motivo, es muy importante que los usuarios lean las condiciones de uso y presten especial atención a las limitaciones y exclusiones de cada fabricante.
Al mismo tiempo, es fundamental que los consumidores valoren arreglar sus dispositivos en un servicio técnico oficial. Solo si se repara en un SAT homologado por el fabricante se conserva la garantía original por el periodo que quede pendiente. Si el usuario lleva su equipo a un centro no oficial, perderá la garantía de 3 años.
Según el CEO de ANOVO, José García Martínez, “esta medida beneficia a todas las partes. Al medioambiente, por supuesto, ya que contribuirá a alargar la vida útil de los dispositivos y a que se genere menos basura tecnológica; los usuarios van a poder sacarle un mayor partido a sus equipos; los fabricantes pueden no notar mucha repercusión, ya que hay que tener en cuenta que los dispositivos cada vez tienen mejor calidad y fallan menos; posiblemente, el aumento de las reparaciones podría repercutir en nuevas oportunidades de empleo; y desde los SATS oficiales como ANOVO seguiremos trabajando como hasta ahora para dar una segunda vida a la tecnología”.