La industria del colchón está cambiando con marcas directas para el consumidor

Además, al pasar más tiempo en casa surge la necesidad de hacer algunos retoques. Por ejemplo, comprar un colchón nuevo. La industria del colchón también está cambiando y renovándose ofreciendo nuevas marcas con venta directa al consumidor. Algunas de estas marcas son Marmota, Emma e Hípnica. En https://comountronco.es/opiniones-colchones/ podemos encontrar, reseñas, críticas y comparativas sobre éstas y otras marcas de colchones.

Como las bombillas o las baterías, los colchones tienden a ser el tipo de cosas en las que no pensamos mucho mientras hacen su trabajo. Así cuando la luz o una batería dejan de funcionar, lo sabemos de inmediato y los reemplazamos lo antes posible.

Pero a menos que al colchón le reviente un resorte o se rompa de alguna manera, la mayoría de nosotros seguirá usándolo mucho después de que, probablemente, debiera de haber sido reemplazado. Lo que puede significar malas noticias para su salud y para su capacidad de tener un descanso nocturno decente.

Normalmente, los fabricantes recomiendan reemplazar el colchón cada ocho años. Pero un colchón bien cuidado podría fácilmente durar una década, a menos que tengamos más de 40 años. A esa edad, nuestro cuerpo tolera menos presión, lo que significa que podríamos necesitar un colchón nuevo después de cinco a siete años.

De hecho, la mayoría de los fabricantes de colchones, incluso las compañías de colchones nuevos en caja, ofrecen una garantía de 10 años. Algunas marcas incluso van más allá y ofrecen una garantía de 20 años o más. Sin embargo, la duración de la garantía y la duración de la vida de un colchón son dos cosas diferentes.

Para asegurar que su colchón tenga una vida larga y feliz, los expertos recomiendan darle un poco de cariño. Algunos consejos:

• No deje que los niños salten en la cama.
• Gire su colchón cada dos meses. Gire los colchones de un solo lado de un extremo a otro y voltee los colchones de los dos lados.
• Utilice una base con un soporte central para evitar que se hunda el colchón.

El modelo Marmota es un ejemplo de estos colchones modernos y tecnológicamente muy avanzados. Para su fabricación usan una viscoelástica exclusiva que, en combinación con otra capa de látex, dota al colchón de características singulares.

La interactuación entre las capas de confort, amortiguación y soporte está pensada para lograr el máximo descanso posible. Los cuatro centímetros de la capa superior de viscoelástica se amoldan perfectamente al cuerpo. Esta capa no cambia de temperatura y consigue una ventilación continua.

La segunda capa, también de cuatro centímetros, está formada por látex 100% y mejora la adaptabilidad y la ergonomía del colchón, así como ventilación del conjunto gracias a las perforaciones en su superficie.

La tercera capa la forma el Support Foam, espuma muy elástica a la que se le realizan canales para cubrir los distintos requerimientos de soporte de hombros, riñones y piernas.

Por último, la funda es acolchada y esponjosa y se puede lavar en seco en la tintorería cada cierto tiempo para mantener la higiene del conjunto.

Otra novedad es que algunos fabricantes permiten probar el colchón en casa durante un periodo de 100 días.