La semana pasada comenzó con una mala noticia para el euro ya que los índices de actividad comercial PMI, publicados el lunes, fueron peor de lo esperado y dieron nuevas señales de que Alemania podría estar entrando en recesión. id:50273
El euro cayó y nunca se recuperó, terminando la semana a la baja frente a todas las principales monedas, salvo la libra, acosada por sus propios problemas.
Esta semana, la atención se centra nuevamente en las publicaciones de datos. Las claves estarán en la inflación de la Eurozona, el martes, y el informe de nóminas de EE.UU, el viernes. Sin embargo, también prestaremos atención a los desarrollos políticos en torno al posible estímulo fiscal alemán y, como siempre, a las conversaciones en torno al Brexit entre la UE y Reino Unido.
EUR
Los principales índices de actividad comercial PMI para el mes de septiembre dibujaron una imagen sombría. La recesión manufacturera se intensificó y, aunque la actividad servicios aún se está expandiendo, en general, las cifras son consistentes con un estancamiento económico.
Con la economía creciendo, en el mejor de los casos, modestamente y la inflación lejos de la tendencia al alza que el BCE desea ver, las medidas de estímulo anunciadas este mes parecen estar plenamente justificadas y las peticiones de estímulos fiscales en los países centrales, particularmente en Alemania, serán más insistentes.
USD
A medida que el Congreso avanza hacia una destitución de Trump, los mercados financieros parecían ignorar completamente los desarrollos políticos. En cambio, el foco está en el flujo de noticias que proviene de la economía de Estados Unidos. Impulsados por los bajos tipos, el gasto deficitario y un mercado laboral sólido, las expectativas de una recesión no han llegado a nada. Esperamos ver más confirmación de esta optimista visión en el informe de nóminas del viernes, donde esperamos ver otra sorpresa al alza en los salarios.
GBP
La libra reaccionó mal la semana pasada ante las nuevas señales de que la política británica se está volviendo caótica antes de la fecha límite del Brexit del 31 de octubre. El primer ministro, Johnson,
sufrió un duro golpe cuando la Corte Suprema dictaminó que su suspensión del Parlamento era ilegal. Si bien la perspectiva inmediata de un Brexit sin acuerdo ha retrocedido aún más, hay cada vez más signos de que la incertidumbre está empezando a afectar a la economía británica. El índice PMI de actividad comercial de hoy debería confirmar esta tendencia.