Los flujos de remesas se mantienen estables tras la Covid19 y aumentan su impacto en la economía mundial

A menudo, las personas migrantes que viven de manera temporal o permanente fuera de sus países, se ven en la necesidad de enviar dinero a sus hogares. Este movimiento monetario da lugar a las llamadas remesas, es decir, la porción de ingresos que los países perciben de las economías extranjeras. Esta práctica se ha vuelto más que común a nivel mundial, debido a los recientes cambios en los patrones de migración impulsados por la globalización y, en los últimos tiempos, por la expansión de la COVID-19. Si bien el Banco Mundial pronosticó que las remesas globales caerían un aproximadamente un 20%, lo cierto es que, en el camino hacia la recuperación económica gracias a la vacuna contra la Covid19, así como la digitalización de los servicios de transferencias y mejora en la educación financiera, hace que los flujos de remesas continúen creciendo.

Según el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), una de cada siete personas en el mundo forma parte del flujo del envío de remesas, ya sea como emisores o receptores. En este sentido Sendity, el servicio de remesas para el corredor de España y Latinoamérica, explica los principales motivos de la importancia de este tipo de servicios en la actualidad:

• Con gran impacto en el desarrollo económico de un país: Los pagos transfronterizos son un salvavidas esencial para los países en desarrollo. En todo el mundo, más de 70 países tienen dependencia de las remesas en un 4% de su PIB, lo que supone un importante factor que dinamiza la economía. Además, uno de los principales motivos de envío de remesas tiene como objetivo apoyar el desarrollo de competencias y oportunidades mediante la formación y la iniciativa empresarial. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), son varios los estudios que demuestran que aquellos jóvenes escolarizados que reciben remesas tienen una probabilidad menor de caer en el abandono de los estudios.
• Fundamentales para las familias de los países receptores: En cuanto a la situación de los hogares, gracias a las remesas las familias pueden elevar sus recursos económicos y su bienestar. Debido a la existencia de estas prácticas, es posible un mayor consumo y disposición de medios para atender necesidades básicas. En este sentido, la ONU estima que el 75% de las remesas recibidas por particulares se emplean para atender los recursos de los hogares, tales como vivienda, comida o trámites médicos, así como favorecer a que muchas familias logren sus propios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). De hecho, una de cada nueve personas en el mundo se beneficia de estos flujos, imprescindibles en muchos casos para subsistir.
• De gran ayuda en las emergencias por desastres: Las remesas juegan un papel crucial en las ayudas a las poblaciones que sufren las consecuencias de desastres naturales o crisis humanitarias. Un buen ejemplo reciente es la situación que viven los residentes de la zona suroeste de la isla de La Palma, a raíz de la erupción volcánica que está provocando grandes problemas tanto a nivel ambiental, como social y económico. En estos casos, gracias a los servicios de remesas, el envío de dinero para ayudar a paliar las consecuencias económicas de estos incidentes es posible, permitiendo a la comunidad internacional ayudar en la reconstrucción de las vidas de los afectados.

En palabras de Rafael Salazar, CEO de Sendity, “son muchos los estudios que confirman que se está produciendo un aumento de los flujos de remesas por su gran impacto, sobre todo, en los países en vías de desarrollo. Esta realidad pone sobre la mesa la necesidad de un marco regulatorio en los mecanismos de envío de dinero entre países, que ponga fin a las tasas abusivas y costes ocultos de las transferencias en pro de una mayor inclusión financiera a través de las remesas”.