¿Cómo serían hoy en día los coches clásicos de la legendaria familia ŠKODA, con más 125 años de historia, si se materializasen en los bocetos de los diseñadores contemporáneos? Nos adentramos en su imaginario y descubrimos qué es lo que les inspira. id:68836
Cinco jóvenes diseñadores de ŠKODA nos ofrecen su particular visión del futuro partiendo de cinco vehículos que han marcado la historia de Mladá Boleslav. En la entrega de esta semana, le toca al icónico FELICIA. El francés Martin Leprince es el responsable de reimaginar este atractivo descapotable producido entre 1959 y 1965, del que llegaron a fabricarse 15.000 unidades. Hoy en día, el FELICIA es un coche muy querido por los amantes de los clásicos, y no podría ser de otra forma: es el símbolo desenfadado de una época próspera y elegante, un modelo asociado con la estética y el estilo de vida de La Dolce Vita, a los que Leprince ha querido rendir homenaje. Su reinterpretación moderna del FELICIA nos deja un modelo de aires divinos y conectado con su entorno. Un descapotable hecho para ser conducido bajo el sol del verano. O incluso del invierno – el FELICIA bien lo vale.
Puede que fuera haga frío, pero conducir un descapotable tan atractivo siempre es agradable. Y sí, es posible que uno acabe apretando los dientes ante la meteorología adversa, pero ese es el encanto de los cabriolets. Fue la posibilidad de desarrollar esa conexión especial y única entre el coche, el conductor y el entorno lo que atrajo a Martin Leprince hacia este modelo. Y ningún sitio como la cabina a la hora de experimentar dicha conexión en primera persona: sentado al volante del FELICIA de color turquesa que se conserva en el Museo de ŠKODA, Martin explora los detalles del coche con las manos, buscando la inspiración.
“Me gusta tocar los materiales”, admite el francés. Esto, lógicamente, lo convierte en un diseñador de interiores ideal, que es precisamente su trabajo en ŠKODA, y otro de los motivos por los que se decantó por este modelo. “Escogí el FELICIA porque es posible ver el interior y el exterior a la vez. Mucha gente compra coches pensando en el aspecto exterior, pero la mayor parte del tiempo verá el coche desde dentro. Un descapotable combina esos dos aspectos a la perfección”, dice Martin. Esta idea se traduce en un detalle altamente inusual, quizás incluso poco práctico, en la interfaz entre el interior y el exterior: se trata de un parabrisas “flotante“ que planea a escasos centímetros por encima de la carrocería, curvándose hacia dentro y convirtiéndose en el panel de instrumentos y la pantalla de infoentretenimiento del coche. Este original detalle implica que no hay fronteras entre el interior y el exterior, creando así una sensación de unidad, reforzada por la tapicería, que llega hasta los paneles de la carrocería.
“Lo llamo Bohe Vita, porque parece la manifestación de un estilo de vida bohemio, una especie de versión checa de La Dolce Vita“, explica Martin. Lo que más le inspiró del modelo original fueron sus líneas elegantes y sus proporciones. El espacio para los ocupantes está situado entre las ruedas, igual que el original. El largo voladizo trasero y la longitud del capó también recuerdan al modelo de 1959. Pero su visión del FELICIA es algo más que un prototipo de inspiración retro. “He intentado imprimir en el boceto el actual lenguaje de diseño claro y limpio de ŠKODA, para crear una interpretación más moderna y única.”
El espíritu del original se conserva en lo que él llama “los puntos fuertes” del atractivo descapotable. Estos incluyen las “aletas” de la parte trasera, en su mayor parte ocupadas por los faros traseros. El logo de plástico del fabricante, que parece formar el conjunto del árbol de dirección, es también otro guiño a la historia, así como un ejemplo de escultura referencial, una disciplina muy querida por Martin.
De los bocetos a la visión
El primer paso fue dibujar unos cuantos bocetos conceptuales con ideas generales, que sirvieran de base para el resto. “Cuando trabajas a pequeña escala, es más fácil hacerse una idea rápida de las proporciones básicas. No pierdes el tiempo en los detalles, solo te interesa definir las líneas principales que le darán al coche su identidad”, dice, describiendo su método de trabajo. “Una vez tienes las líneas básicas, puedes empezar a trabajar en los detalles. Pero tener una primera idea principal de por dónde quieres empezar es esencial”. Los primeros bocetos le llevaron medio día de trabajo, y los cuatro días siguientes los invirtió en refinar el diseño.
Admite que la idea del parabrisas flotante curvado fue un hueso duro de roer. “Estudié estatuas de cristal y, con la ayuda de fotografías e imágenes, intenté encontrar la forma de dibujar un objeto de cristal tridimensional que fuera inteligible y tuviera un aspecto realista. Es algo que me mantuvo ocupado durante unos cuantos días”, concede. Tras consultar a los responsables del departamento de diseño, intentó mantenerse lo más fiel posible a su visión original. “En diseño, es importante escuchar a los demás y entender su forma de ver las cosas, pero también es importante creer en la tuya”, dice Martin. Con su distintiva y única visión del ŠKODA FELICIA descapotable, no hay duda de que se ha mantenido fiel a este principio.