Si la verdadera “separación” de DS de Citroën como marca generalista, para pasar a una marca premiun, fue en su momento la evolución del Citroën DS 5 a DS 5 “a secas”, que marcó de alguna manera los personales diseños de DS Automobiles, fue realmente después, con la aparición del DS 7 Crossback, DS 3 Crossback y más recientemente la del elegante DS 9, cuando se ha reafirmado totalmente su propia personalidad como una marca distinta, aunque esté integrada en Stellantis.
Como no podía ser menos, el nuevo DS 4 sigue esa particular línea de sus antecesores, marcando una clara distinción con la competencia más directa en el segmento C-Premium. De entrada, digamos que el DS 4 presenta un frontal que identifica claramente la procedencia del nuevo modelo, con líneas rectilíneas y quebradas, como lo demuestra la luz de día vertical en forma de rayo, compuesta por dos filas de led a cada lado. Los estrechos faros, por supuesto con tecnología Matrix Led Vision, combinan luces matriciales y direccionales y en su parte superior se unen prácticamente a la parrilla hexagonal, con estructura de punta de diamante que aumentan de tamaño de forma progresiva de abajo hacia arriba, dándole un aspecto tridimensional. Una línea cromada recorre la parte baja de la parrilla, solo rota por la siempre antiestética matrícula y da un toque más de elegancia a la visión frontal, que se remata con un capó recorrido por unas suaves formas aerodinámicas.
En la visión lateral volvemos a encontrar las aristas rectilíneas, que en este caso recorren la parte baja de las puertas, dando a la carrocería un aspecto moderno y hasta tecnológico, pues también se aprecian al principio de los faros, debajo de los retrovisores y desde los pilotos traseros hasta la mitad de la puerta posterior. Para remarcar más este aspecto “rectilíneo”, tras la puerta posterior otras dos formas con esas características, forman un triángulo para cobijar el logo de la marca y prolongarse hacia el portón y recortar la parte baja de la luneta. Precisamente esta parte posterior es quizás la mas original y “rectilínea”, pues además de ese recorte de la luneta, cuyo tamaño es más bien reducido por la pronunciada caída del techo y por el generoso alerón que la corona, el paragolpes esta recorrido por formas rectas y angulosas, mostrando en su parte más baja, el difusor de aire y dos salidas trapezoidales en los extremos para el escape. Por su parte, los grupos ópticos muestran una firma luminosa con un efecto de escamas grabadas con láser y están unidos por una franja negra “protegida” por una rectilínea cornisa. Son de destacar en el conjunto del coche las grandes ruedas con llantas de 20” y un diseño francamente atractivo. En definitiva, unas formas muy identificativas con DS y como le gusta decir a la marca, un excelente ejemplo del “savoir-faire” francés.
El interior del DS 4 respira comodidad e invita a relajarse, al silencio, o mejor dicho a disfrutar de un excelente sonido musical, como así es. En general, el diseño es minimalista, pero eso no quiere decir que no sea elegante a la vez. En esa línea se puede observar un salpicadero exento de extravagancias y recovecos, pero muy funcional. El cuadro que es una pantalla TFT esta completamente encastrada en salpicadero con apenas una visera que la protege. La información que ofrece, así como su configuración se pueden variar con distintas opciones. Como complemento a la información que ofrece, el DS 4 cuenta con el DS Extended Head-up Display, que la proyecta en el parabrisas.
La pantalla multifunción o de infoentretenimiento, también encastrada en el salpicadero, es de 10” y contiene una nueva interfaz denominada DS Iris System, que incorpora la ergonomía de un smartphone con una interfaz táctil y fluida, basada en la idea de perfiles que se pueden personalizar completamente con iconos. Las preferencias de configuración y lo que se muestra en la pantalla se cargan automáticamente cuando se arranca. La personalización permite a todos y cada uno ajustar el contenido a sus necesidades. Se puede controlar por voz y gestos, e integra un asistente personal capaz de reconocer lo que se dice para que el sistema ejecute las peticiones. Este conjunto esta complementado por un sistema inédito de comandos por gestos, el DS SMART TOUCH, una pantalla situada en la consola central, delante de la pestaña del cambio, que es accesible con la punta de los dedos y que identifica movimientos comunes como hacer “zoom”, reducirlo y reconocer la escritura a mano.
En ese suave y minimalista salpicadero llama la atención, además de por la elegancia de su diseño el detalle de que carece de salidas de aire del climatizador, pues, por un lado, las salidas laterales esta situadas en la propia puerta, con lo que el aire, caliente o frío, va directamente al conductor o al acompañante en su caso. Por otro lado, la ausencia de ellas en la parte central y no es que no existan es que están completamente escamoteadas. Nos explicamos. Algo más abajo de la pantalla multifunción, se sitúa una hilera de seis teclas táctiles de color aluminio para activar o desactivar las diversas funciones del climatizador. Pues bien, por encima de ellas y por debajo existen unas ranuras por las que sale el aire con la suficiente potencia y caudal como para sustituir a las salidas habituales, la orientación del mismo se regula con ambas pestañas situadas en los extremos de la mencionada fila de teclas y unas disimuladas ruedas para abrir o cerrar la salida del aire.
La consola horizontal, como ya hemos mencionado, contiene la pequeña pantalla del Smart Touch, la pestaña del cambio automático, el volumen del excelente equipo de sonido y la tecla del Drive Mode. Más atrás un apoyabrazos con apertura de libro ofrece un excelente hueco y Por su parte los asientos son supercómodos y además sujetan muy bien el cuerpo, disponen de múltiples reglajes eléctricos, por lo que acoplarse confortablemente ante el también regulable volante, no plantea ningún problema, además el acompañante también dispone de un amplio espacio y seguro que viajará rodeado de la innata calidad que desprende todo el habitáculo. Aunque los pasajeros traseros, desde luego dos mejor que tres, también disfrutaran de ese ambiente, el espacio del que disponen es menor, sobre todo para las piernas en una persona que pase de la mediana altura. Ahora eso si, disponen de sus salidas del aire del climatizador y enchufes USB y para cargar el móvil. El maletero es más que correcto, pues se dispone de casi 400 litros de capacidad y muy aprovechables por la ausencia de rincones, de todas formas, se puede ampliar abatiendo el asiento trasero.
De las varias versiones de motorización que el DS 4 dispone, la unidad de pruebas estaba equipada con la más interesante de todas ellas, la híbrido enchufable denominada E-TENSE, en la se “mezclan” un motor de gasolina y uno eléctrico, para conseguir la nada despreciable cifra de 225 CV de potencia y un par de 360 Nm. Este equipo motriz cuenta, como decimos, con un motor de gasolina de 1.598 c.c., cuyo rendimiento es de 181 CV a 6.000 vueltas y un par de 300 Nm a 3.000 revoluciones. Un motor todo de aluminio y que incorpora las más modernas tecnologías para aumentar su eficacia y por el contrario, reducir el consumo, inyección directa, dos árboles de levas en culata, turbo de geometría variable, intercooler, etc. Por su parte, el motor eléctrico situado junto a él, es decir también en posición delantera transversal, ofrece un rendimiento de 110 CV y un par de 360 Nm, consiguiendo entre los dos la potencia descrita.
En cuanto a la batería, situada en posición trasera central, bajo el maletero, por lo que éste es algo más pequeño, aunque sigue siendo grande, que el de las versiones con solo motor de combustión, diésel o gasolina. Su capacidad es de 12,4 kW y permite una autonomía en modo eléctrico de 55 km homologados, aunque en la realidad y con una conducción normal pero obligando al modo eléctrico se queda en 43 km. La recarga so puede hacer tanto en corriente continua como en alterna, por lo que cuenta con un cargador utilizable con la corriente “de casa” de 3,4 kW, quizás la forma más utilizada dada la escasez de punto de recarga rápida en corriente continua, con el que se tardaría en una carga completa unas 3 horas y media. Si tenemos instalado un punto de recarga de 7,4 kW el tiempo se reduce a algo menos de 2 horas.
Al ser un coche muy aerodinámico y disponer de una considerable potencia, las prestaciones son realmente interesantes, pues la velocidad máxima llega a los 235 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h, apenas llega a los 7,7 segundo, alcanzando los 1.000 metros desde salida parada en tan solo 27,3 segundos. Y todo ello con un consumo medio de 1,3 litros a los 100 km. La caja de cambios automática de 8 velocidades, esta muy bien escalonada para las características de la motorización y reacciona con una rapidez reconfortante según las exigencias o utilización del conductor.
Desde luego conducir el DS 4 es un autentico placer, ya que unido a esa placentera sensación que hemos descrito anteriormente, se une otra que es la de la seguridad. El manejo es fácil y el coche siempre se muestra dócil y bien sujeto al asfalto, independientemente de que circulemos por autovía a alta velocidad o que lo hagamos por carreteras de montaña. Las suspensiones, con McPherson delante y rueda tirada detrás con elemento torsional, sujetan al coche con firmeza y seguridad, no permitiendo movimientos excesivos de la carrocería, pero si absorbiendo las irregularidades del asfalto, para sí permitir a los ocupantes esas sensaciones señaladas. Los frenos se muestran muy eficaces si apenas esfuerzo y no muestran signos de fatiga por mucho que se les utilice. Por otra parte, señalar que el conductor dispone de Drive Mode para elegir la forma en la que quiere circular, la híbrida, que seguramente será la más utilizada, la Sport en la que ambos motores se emplean “a fondo” o la eléctrica en la que el motor eléctrico se encarga de mover el coche hasta que nos aproximemos al agotamiento de la batería, circunstancia esta en la que el motor de combustión entraría en funcionamiento. Al arrancar y circular sin grandes aceleraciones el motor eléctrico será en encargado de mover el coche en el modo híbrido y el de combustión entraría solo cuando se exija un desplazamiento rápido.
Entre los múltiples elementos de seguridad, confort y ayudas a la conducción con los que cuenta el DS 4, podemos destacar el DS Drive Assist 2.0, que permite una conducción semiautónoma de nivel 2. Así el control de crucero adapta la velocidad en función del tráfico, y tiene la capacidad de pararse y arrancar en los atascos. El sistema también asegura un posicionamiento preciso en el carril de elección del conductor. También se pueden hacer adelantamientos semiautomáticos, ajustar la velocidad en curvas o adaptarse a la velocidad anunciada en las señales de tráfico. El volante está equipado con un sensor de pretensión para saber siempre si el conductor está activo, ya que el conductor sigue siendo el que controla los mandos. Los nuevos "radar corners" permiten otras funciones, como la vigilancia del ángulo muerto a larga distancia (con un alcance de 75 m), y la alerta de tráfico trasero, para evitar una colisión con un peligro en los ángulos muertos. Otra tecnología con la que se cuenta es la DS NIGHT VISION, que proporciona una mejor visibilidad de la carretera y sus peligros, a través de una cámara de infrarrojos, colocada en la rejilla, que detecta peatones y animales hasta 200 metros de noche y con poca luminosidad.