La tecnología, el modelo urbanístico de las ciudades y la legislación actual, los retos más grandes que tiene el sector inmobiliario

En ocasión de su primer aniversario, Kasaz organizó la mesa redonda titulada ‘Tendencias del sector inmobiliario en 2019: Tecnología, predicciones y proyecciones’, en la que cinco key players del sector de la inmobiliaria en España hablaron sobre las dificultades del alquiler para los jóvenes, la falta de suelo en ciudades como Barcelona o la transformación digital del sector que se avecina, entre otros temas de interés.

El CEO de Kasaz, Sébastien Marion, empezó la ponencia afirmando que la situación actual del mercado de compraventa “ya no está en un momento de burbuja inmobiliaria”, ya que los precios se han estabilizado después de haber estado unos años al alza. Aun así, el gerente de la Cambra, Óscar Gorgues, apuntó que el nivel de los precios actuales en Barcelona es “discriminatorio”, con lo que hace que el inversor se lo tenga que pensar “dos veces”. Por su parte, Tomás Sánchez, de CBRE, respondió diciendo que ya hay zonas en España dónde el precio de los inmuebles “ha tocado techo”.

Sánchez aprovechó para destacar que la digitalización puede ser una solución para reducir los costes de las viviendas: “si se vende un piso a un precio es porque ha habido un proceso”. Marion añadió que gracias a la tecnología, el sector inmobiliario se puede centrar más en el cliente final.

Albert Bosch, de Housfy, cree que el proceso de la digitalización del sector será “algo positivo”, ya que permitirá reforzar las buenas prácticas y erradicar la mala praxis. Bosch también cree que en un futuro no muy lejano será habitual que los compradores de inmuebles hagan los trámites, incluso la visita, a través de Internet: “La media de la visita en un piso para comprarlo es de 20 minutos. Nos pasamos más tiempo comprando ropa en una tienda”, ironizó.

Aun así Francesc Quintana, de la inmobiliaria Vivendex, quiso reivindicar las inmobiliarias tradicionales que están haciendo el camino a la digitalización de manera orgánica, y aclaró que si se está tomando este camino es porque el cliente lo pide y lo necesita.

La falta de suelo y la infrautilización de las viviendas: dos problemas del sector.

A la hora de abordar los grandes problemas del sector, Gorgues recordó que en Barcelona falta suelo disponible para edificar, lo que ha comportado una subida del precio inmobiliario, tanto en alquiler como en venta, no sólo en la metrópolis sino también en municipios colindantes de la primera y la segunda corona metropolitana. Según Gorgues, esto se puede solucionar descentralizando los procesos productivos a otras áreas.

Sánchez, por su parte, mencionó que otra solución posible puede ser el coliving como otra solución orgánica posible de vivienda, ya que en un mismo edificio o recinto los habitantes “viven, trabajan, van al gimnasio, se divierten…”, con lo que también se reduce la movilidad.

Gorgues también puso encima de la mesa el problema de la infrautilización de las viviendas, ya que un 60% de las viviendas de la ciudad están ocupadas únicamente por una o dos personas.

Críticas al plan de vivienda del Ayuntamiento de Barcelona

También hubo críticas al nuevo plan de vivienda impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona desde la Cambra de la Propietat Urbana. Gorgues aprovechó la mesa redonda para anunciar que el lunes pasado la Cambra interpuso un recurso al plan que designa un 30% de la nueva obra o de la obra rehabilitada a protección oficial: “El plan está dificultando el mercado”, aseguró Gorgues, y añadió: “El 30% de una promoción de 1000 pisos nuevos son 300 pisos de protección oficial, y con eso no se soluciona nada”.

Marion también quiso mostrarse en contra de la regulación del mercado inmobiliario sin tener en cuenta las posibles consecuencias, y explicó el caso de San Francisco, dónde el ayuntamiento puso un límite en el mercado del alquiler de viviendas. Esta bajada forzada de la oferta causó una sobredemanda, con lo que se disparó el coste del alquiler. “Ahora por un piso de dos habitaciones pagas 5.000 euros al mes”, comentó. “Estoy de acuerdo en hacer política social, pero depende de cómo, puede ser peligroso”.

La sala Workshop del coworking Áticco Urquinaona se quedó pequeña ayer ante las cerca de sesenta personas que han acudido a la primera ponencia organizada por Kasaz, en ocasión de su primer aniversario.