www.economiadehoy.es
Benjamin Melman, Edmond de Rothschild AM.
Ampliar
Benjamin Melman, Edmond de Rothschild AM.

Las cosas están mejorando, pero los mercados siguen reactivos

OPINIÓN: Por Benjamin Melman, Chief Investment Officer at Edmond de Rothschild AM

lunes 08 de junio de 2020, 14:02h
Nuestra exposición a los activos de riesgo sigue siendo similar. Los Inversores han favorecido naturalmente a los mercados defensivos durante la pandemia, por lo que hemos reducido la proporción de acciones en EE.UU en favor de las acciones europeas. id:59430
En el momento en el que los inversores se dieron cuenta de que la propagación del virus era mucho más global de lo que inicialmente se pensó (y de que no se había prestado atención a los primeros casos en Asia), los mercados se derrumbaron de forma dramática y sólo se recuperaron cuando la Reserva Federal anunció sus medidas de política monetaria expansiva “infinitas”.

Durante las primeras semanas, cuando los activos de riesgo comenzaron a recuperarse, nos centramos en los dos sectores habían sido más resilientes y se habían comportado mejor: la tecnología y el sector sanitario, ya que entre otras cosas la pandemia ha provocado un mayor gasto en atención sanitaria y en digitalización.

La gran envergadura de la crisis sanitaria, así como la incapacidad para hacer predicciones precisas, han acortado drásticamente los horizontes de inversión, obligando a los mercados a ser mucho más reactivos que proactivos. Sin embargo, el apoyo sin precedentes de los bancos centrales ha permitido mitigar la incertidumbre, y, la renta variable se ha recuperado mejor de lo que se hubiera pensado. Sin embargo, al carecer de visibilidad real, los mercados sólo están reflejan las tendencias actuales, sin ningún elemento de futuro.

No obstante, este enfoque pragmático podría cambiar fácilmente, y llegar el momento en que los mercados recuperen su capacidad de prever (¡o incluso extrapolar!). El problema es saber cuándo será ese momento.

Por lo tanto, es importante no confundir la asignación táctica a corto plazo con la gestión estratégica de la cartera.

A corto plazo, las cosas sólo pueden mejorar. Se han puesto en marcha estímulos masivos tanto fiscales como financieros. Los países siguen suavizando sus restricciones sin que se produzcan incidentes que puedan volver a amenazar la economía, se ha renovado la esperanza de que se encuentre una vacuna y, en el frente europeo, la iniciativa franco-alemana respaldada (en teoría) por la Comisión Europea minimizará el riesgo de una segunda ola en el viejo continente.

Debemos seguir vigilando de cerca las tensiones entre China y Estados Unidos, conscientes del riesgo de que estas dos naciones rivales cancelen la fase 1 de su Acuerdo Comercial. A nivel mundial, las cosas definitivamente están mejorando.

Sin embargo, aún no podemos extrapolar esta mejora ni predecir cuándo se reanudarán los negocios, porque hay varios escenarios posibles. La rivalidad entre Estados Unidos y China seguirá pesando mucho en el comercio mundial. Tal es así que los analistas han dejado de preguntarse si el acuerdo entre Estados Unidos y China progresará a una segunda fase.

Por otro lado, las empresas saldrán de esta crisis con mucha más deuda y con unos márgenes sobre el beneficio deteriorados, y a menos que se tomen decisiones importantes, la política fiscal para 2021 será contractiva.

Además, el estancamiento de las negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea está aumentando seriamente el riesgo de un Brexit duro a finales de año. Por último, nadie está aún en condiciones de decir, más allá de los efectos a corto plazo, cómo afectará esta crisis en última instancia al comportamiento financiero. Es más probable que haya más malas sorpresas que buenas.

Así que, motivados por la mejora y la liquidez a corto plazo, nuestra exposición a los activos de riesgo sigue siendo similar. Los Inversores han favorecido naturalmente a los mercados defensivos durante la pandemia, por lo que hemos reducido la proporción de acciones en EE.UU en favor de las acciones europeas, con la esperanza de que nuestras carteras se beneficien de la economía de corto plazo y la pausa en el riesgo europeo. Este es un movimiento táctico.

Aunque el próximo período parece positivo, los riesgos no han desaparecido y todavía carecemos de una mayor visibilidad real del futuro.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios