El aire acondicionado y la calefacción se encuentran entre las prestaciones más importantes con las que contar en una vivienda. id:56550
Mantener la temperatura adecuada en todas las épocas del año es fundamental para la calidad de vida, y los sistemas de climatización son una ayuda fundamental para esto.
Dependiendo del espacio en el que se vivas, se pueden elegir entre las múltiples opciones disponibles en el mercado. A día de hoy existen tantos sistemas con soluciones específicas como opciones de consumo. A continuación, Climahorro explica algunos de los más relevantes.
Aire acondicionado
Una de las características principales del aire acondicionado con bomba de calor es que puden calentar una estancia de forma rápida. A parte de que sirve tanto para ofrecer calor en invierno y refrescar en verano.
Caldera de gas + radiadores
Se trata de uno de los métodos tradicionales más prácticos, ya que por norma general aprovecha el sistema para calentar también el agua. El método consiste en un circuito cerrado de tuberías con agua que se calientan a través de una caldera de gas + radiadores de hierro o aluminio; estos están colocados alrededor del circuito y funcionan como el elemento emisor del calor.
Es muy común encontrar este sistema en hogares de todo tipo, pero lo verás especialmente en edificios de viviendas, ya que el consumo del gas se puede contabilizar individualmente y permite a cada casa elegir la temperatura más confortable para la familia.
Calderas de gasoil
Esta instalación es una variante del sistema que funciona con gas ciudad. Las calderas de gasoil funcionan con diésel, que tiene que estar situado en un depósito y ha de ir rellenándose a medida que se va consumiendo. Por este motivo es más frecuente que encontrarse con este tipo de sistemas en viviendas independientes.
Calderas eléctricas + radiadores o suelo radiante
Las calefacciones eléctricas no requieren de combustible adicional y son capaces de calentar solamente con electricidad. La combinación más habitual son las calderas eléctricas + radiadores o suelo radiante. Funcionan de manera similar a los sistemas anteriormente mencionados y calientan un circuito de calefacción a través de energía eléctrica.
Este sistema de calefacción es uno de los más limpios, ya que al no quemar combustible las emisiones son mínimas. Solo contaminará dependiendo del origen del que provenga la electricidad.
Estufas de leña
Las estufas de leña son completamente independientes del sistema eléctrico, ya que el único combustible que necesitan para funcionar es la leña. Tienen un gran poder calorífico, pero este está limitado a las zonas cercanas al fuego.
Se trata de la alternativa ideal si tienes una casa de campo o en una zona rural. Su mantenimiento es muy bajo y su coste limitado. Además, al no necesitar luz, las puedes instalar en prácticamente cualquier parte.
Estufas de pellets
Uno de los sistemas de calefacción más ecológicos y que está experimentando mayor crecimiento son las estufas de pellets. Estas chimeneas funcionan de forma similar a las de leña, pero su gran ventaja con respecto a ellas es que los pellets son mucho más sencillos de conseguir, acumular y almacenar que la leña.
Puedes comprar la madera de los pellets lista para quemar y, gracias a su tamaño, es mucho más fácil de mantener en el punto justo de humedad respecto a la de los troncos grandes de madera normal.
Aerotermia
Este sistema es muy poco contaminante y ofrece un rendimiento de hasta el 400 %. La aerotermia aprovecha la energía térmica exterior, incluido el frío, y la trasforma en refrigeración, calentamiento del agua y calefacción. Aunque también funciona a temperaturas muy bajas, su rendimiento disminuye considerablemente, por lo que es recomendable que barajes otras opciones si vives en un clima muy frío.
Debes elegir tanto los sistemas de calefacción como los de aire acondicionado teniendo en cuenta las particularidades de la vivienda, el uso y necesidades que va a tener. Con este breve resumen podrás elegir la forma que más interese para calentar una casa.