Andimac calcula que en 2018 se reformarán 1,6 millones de viviendas, es decir, un 6,25% del total.
El Plan Estatal de Vivienda 2018-2021, que por primera vez contempla ayudas para las obras que se hagan en el interior de los inmuebles y no sólo para la rehabilitación de edificios, podría contribuir a que el gasto de cada vivienda en reformas aumente un 4,5% este año, según la Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac), que esta mañana ha presentado una nueva edición del Observatorio 360º de la Vivienda y la Reforma en el Hogar (se adjunta resumen del informe a pie de página).
En este sentido, las nuevas ayudas aprobadas por el ministerio de Fomento junto a la mejora de la situación económica, al aumento de la renta de los hogares y a la mayor confianza de los consumidores, entre otros factores, impulsarán el gasto de cada vivienda en reformas más del doble de lo previsto el pasado ejercicio, cuando se estimó que el gasto aumentaría un 1,9% en 2018.
Así, este año cada vivienda gastará, de media, 30 euros más en reformas que en 2017, hasta los 681 euros. Y como el parque nacional está integrado por 25,7 millones de viviendas, el gasto en reformas en España ascenderá hasta los 17.514 millones de euros. Para el próximo ejercicio las previsiones son aún más optimistas, ya que el gasto medio de cada vivienda podría ascender un 4,7% hasta los 713 euros.
Cuadro 1. ¿Cuánto gastarán los españoles en reformas en cada Comunidad Autónoma?
Fuente: Andimac, a partir de los datos del Observatorio 360º de la Vivienda y la Reforma en el Hogar
No obstante, el crecimiento del gasto en reformas estará condicionado por distintas variables, entre las que destacan la gestión que hagan las comunidades autónomas de las ayudas y la facilidad que den a los ciudadanos de acceder a los fondos. Por otra parte, también influirán la evolución de los conflictos geopolíticos que han provocado el repunte del precio del petróleo y los derroteros por los que continúe el desafío independentista, ya que estas amenazas podrían impactar en la marcha de la economía española y, por ende, ralentizar la actividad del sector de las reformas.
En cualquier caso, el incremento del gasto de cada vivienda irá en paralelo a un mayor número de reformas. De hecho, según el Observatorio 360º de la Vivienda y la Reforma, en España este año se reformarán en torno a las 1,6 millones de viviendas, unas 100.000 más que en 2017. Sin embargo, esa cifra apenas representa un 6,25% del parque; sumando las obras asociadas a la compraventa de viviendas de segunda mano y las mejoras orientadas a la renovación y el mantenimiento de los hogares.
Y es que si bien es cierto que siete de cada diez inmuebles que se venden en nuestro país pasan antes o después por una reforma, no es menos cierto que el nuevo Plan Estatal de Vivienda fomentará en mayor medida el alquiler que la compra-venta, en un momento en el que el uso turístico de las viviendas y la mayor propensión de los jóvenes hacia el alquiler han disparado los precios en las principales ciudades. Y, en este contexto, a partir de los datos de Arthursen, Andimac asegura que por un piso reformado se puede sacar hasta un 30% más de renta de alquiler.
Las casas del “boom” inmobiliario llegan a la mayoría de edad
Este mayor gasto en reformas resulta totalmente lógico si se tiene en cuenta que el ritmo de envejecimiento del parque de viviendas en España aumenta al 3,3% anual, lo que Andimac atribuye a que las primeras casas de la pasada burbuja inmobiliaria empiezan a cumplir la mayoría de edad. Es más, actualmente el 81% de las viviendas tiene más de 18 años, y ese porcentaje escalará hasta el 83% durante el próximo ejercicio. Además, la mitad de las viviendas de todas las comunidades autónomas tienen más de 40 años y se han construido bajo criterios de baja calidad. Y ello supone un acicate para el sector de la reforma que, no obstante, sigue sin terminar de despegar.
Cuadro 2. Porcentaje de viviendas con más de 18 años
Fuente: Andimac, a partir de datos de Arthursen
Así, los datos relativos tanto al número de reformas como al gasto en obras que realiza cada hogar están muy lejos de demostrar un culto hacia el estado de las casas, como sí existe en el caso de los coches en un contexto también de parque envejecido. De esta manera, mientras que los españoles dedican el 5% de su presupuesto familiar disponible al cuidado y mantenimiento de sus vehículos, tan sólo destinan el 1,5% a la mejora de sus hogares. Pero el aumento de la renta de las familias por encima del 3% anual, gracias a los buenos datos económicos que anticipan la creación de nuevos empleos y una subida del salario medio, impulsará un mejor mantenimiento y conservación de las viviendas.
Pues bien, Andimac apunta que como consecuencia de este mayor gasto que realizará cada hogar en reformas, el valor económico del mercado de materiales de construcción destinados a la vivienda crecerá en 2018 casi un 9%, hasta los 22.349 millones de euros, que podrían incrementarse en otros 1.500 millones a lo largo del próximo ejercicio.
De forma paralela, al hilo de las previsiones efectuadas por el INE, si se mantuvieran las tendencias actuales en España el número de hogares crecería casi en un millón en los 15 próximos años; de manera que en 2031 habría más de 5,5 millones de hogares unipersonales, lo que supondría casi el 30% del total. Y este crecimiento de la cifra de hogares llevará aparejada la necesidad de adecuarlos individualmente a cada situación personal y familiar, para lo que, de nuevo, resultan fundamentales las reformas y obras de adaptación y mantenimiento.
Principales revulsivos
Una vez demostrado que el nuevo Plan Estatal de Vivienda, junto al momento tan álgido que atraviesa el mercado del alquiler, servirá como revulsivo para las reformas, la Administración podría contribuir al despegue definitivo de un sector llamado a lograr la sostenibilidad de la construcción en España y a apuntalar la recuperación de la economía y del mercado laboral, pues por cada puesto de trabajo en obra nueva se generan 1,5 en reformas.
Y para ello sería imprescindible recuperar la deducción de IRPF por rehabilitación de vivienda habitual en el tramo estatal y autonómico –que se eliminó en 2013-, lo que podría favorecer a unos 200.000 hogares y serviría para aflorar buena parte de la actividad sumergida que persiste en el sector. Asimismo, las comunidades autónomas deberían aprovechar la novedad que suponen las ayudas a la reforma planteadas en el nuevo Plan Estatal de Vivienda para facilitar a los hogares el acceso directo a unos fondos que podrían beneficiar al 55% de las viviendas en nuestro país.
Además, es importante seguir impulsando la figura del asesor técnico en reforma, que Andimac promueve entre profesionales en activo bajo la certificación ISO 17024 de competencias profesionales, encargados de coordinar las obras y auditar –de forma imparcial- que estén bien realizadas. De hecho, este año se están certificando a los primeros profesionales con un título que, por otra parte, ya se ha incluido dentro de los programas de Formación Profesional, por lo que se perfila como una de las profesiones del futuro ante la necesidad de profesionalizar el sector, cubrir la falta de mano de obra especializada de la que se aquejan las empresas y prestar al usuario final un asesoramiento cada vez más solicitado.
Andimac también propone impulsar la creación del Código Técnico de la Reforma (CTR) que, al igual que el Código Técnico de la Edificación (CTE), marque las pautas por las que debe regirse la reforma desde el punto de vista técnico y constructivo y cubra el vacío que deja el CTE, que únicamente se dirige a la vivienda nueva.
Según el secretario general de Andimac, Sebastián Molinero, “la entrada en vigor del Plan Estatal de Vivienda; el envejecimiento del parque, que junto al de la población y a los nuevos modelos de hogares obliga a adaptar los inmuebles; y el boom que experimenta el mercado del alquiler en las principales ciudades conforman un caldo de cultivo propicio para el impulso de las reformas en España”.