La dirección financiera de una empresa se encarga de planificar, ejecutar y analizar el intercambio de capital para que la empresa obtenga el mejor rendimiento posible y aumente sus beneficios. No obstante, todavía no son muchas las compañías que la externalizan para tomar mejores decisiones. id:80216
Afortunadamente, esto está cambiando y cada día es más habitual contar con la figura del Director Financiero Externo (CFO del inglés
Chief Financial Officer), que cobra fuerza gracias a los numerosos beneficios que presenta la contratación de sus servicios
Los problemas financieros son la consecuencia de diferentes actividades de la empresa que indican que algo va mal. En la mayoría de los casos, los empresarios, erróneamente, creen que pueden solucionarlo por ellos mismos, no obstante, aunque conozcan muy bien su negocio, en la mayoría de los casos no cuentan con una formación adecuada en finanzas, y mucho menos con la experiencia para lidiar con este tipo de inconvenientes.
Por este motivo, es mejor contar con los conocimientos y los recursos para enfrentarse a estas situaciones de verdaderos expertos. Los Directores Financieros Externos (CFO) son los auténticos especialistas en resolver este tipo de asuntos, representando una ayuda en la toma decisiones muy valiosa.
Conoce por dónde se escapan los beneficios
El director financiero externo (CFO) es un profesional cuyo trabajo es coger todos los gastos e ingresos y decirles a las empresas cómo lo están gestionando y qué tienen que hacer para mejorar su facturación y beneficios. Es decir, en este sentido, responden a preguntas como: ¿a qué precio hay que poner la hora de trabajo?, ¿Cuánto margen se debe aplicar a cada producto?, ¿Hay algún área dónde la compañía no es rentable?, ¿Es recomendable contratar a más gente o supondría un gasto excesivo?...
Además, hacen de intermediario con las gestorías para corregir los fallos que estas suelen cometer y controlar que se presenta todo (modelos trimestrales, anuales, etc.) en tiempo y forma. En otras palabras, ellos se centran en los números para que el empresario se centre en su negocio.
Esta transferencia de las funciones financieras de la empresa a expertos externos es un apoyo estratégico que permite optimizar los recursos económicos, que se traduce en una mejora de la rentabilidad. Es una labor muy interesante para organizaciones de todos los tamaños, no solo para las grandes corporaciones. El motivo es que, en muchas ocasiones, las pequeñas compañías no pueden permitirse contar con un departamento financiero interno por falta de capacidad económica. En esas circunstancias, contar con el asesoramiento de un experto en finanzas externo es esencial para el buen funcionamiento del negocio y tomar decisiones financieras acertadas, sin que esto suponga un coste continuado.
La gestoría presenta papeles, el CFO crea beneficio
Cabe destacar que los CFO no son una gestoría, aunque sí que se encargan de supervisar el trabajo de estas para que todos los asuntos relacionados con los pagos de impuestos, entre otros, sean tratados con exactitud. Esta supervisión entra dentro de sus funciones en el control preciso de la tesorería y en el cumplimiento de todas las obligaciones de la compañía. Sin embargo, mientras que la gestoría se encarga simplemente del papeleo, el CFO vela por los intereses financieros de la empresa para aumentar sus beneficios.
Funciones
Entre las funciones de un director financiero externo cabe destacar las siguientes que se citan a continuación.
En primer lugar, se encarga del control del estado económico-financiero, llevando a la cabo no solo un análisis financiero exhaustivo, sino también la planificación financiera para una correcta gestión de recursos, participando activamente en la toma de decisiones de la empresa.
Para llevar a cabo su trabajo y presentar sus resultados y conclusiones, elabora informes periódicos para su análisis y seguimiento, lleva a cabo el control de gestión y costes, analiza los balances, elabora una buena política de inversión, gestiona la tesorería y se encarga de la búsqueda de financiación bancaria cuando se hace necesario.
Resultados
Gracias al trabajo que realizan, la dirección financiera externa permite diagnosticar la situación en la que se encuentra la empresa en cada momento, por lo que se mejora la toma de decisiones por contar con información fiable, exacta y bien organizada.
Esta información perfectamente estructurada facilita el desarrollo de planes de negocio y métodos estratégicos, cuyos objetivos pueden ser revisados y mejorados periódicamente, gracias al trabajo de seguimiento y análisis que lleva a cabo el CFO. De este modo, la planificación financiera y el control de la empresa siempre se revisa, se analiza y se mejora para alcanzar mayores beneficios. El objetivo siempre será conseguir aumentar el flujo de caja para reducir el gasto en financiación y evitar el sobreendeudamiento.
De este modo, contar con un CFO para una empresa significa tener a su servicio a un profesional altamente cualificado y con una amplia experiencia en el sector, todo ello por un coste muy inferior a tener este servicio de forma interna permanentemente.