¿Regreso a los años 70?

Es evidente que existe cierta disposición de seguir discutiendo cómo alcanzar un alto el fuego. Rusia ha retirado un gran número de tropas de la región de Kiev y ha abandonado su objetivo de "desnazificar" Ucrania y derrocar al gobierno. Ucrania ha aceptado por escrito que el país se desmilitarice parcialmente y también ha renunciado las esperanzas de entrar en la OTAN. No obstante, la situación sigue siendo muy complicada.

En consecuencia, la prima de riesgo ha disminuido por el conflicto, lo que ha provocado una subida de los activos de riesgo y una fuerte bajada de las materias primas. Sin embargo, el dólar estadounidense sólo se ha beneficiado marginalmente de su condición de activo refugio durante esta crisis, quizá por la creciente desconfianza tras la congelación de las reservas del banco central ruso y la confiscación de los activos de algunos oligarcas.

Los movimientos de los bonos fueron más pronunciados debido a los graves cambios en los indicadores de inflación. La inflación en Alemania está ahora en el 7,6% y en el 9,8% en España, donde ha batido un récord en los últimos 40 años. En EE.UU. Pero la credibilidad de la Fed pasa ahora por subir los tipos para volver a controlar las expectativas de inflación. En Europa, los yields de los bonos a 2 años volvieron a entrar brevemente en territorio positivo.

En China, la insistencia de Pekín en una política de Covid cero hizo que 24 millones de personas en Shangai se encerraran y que los indicadores del PMI cayeran por debajo de 50. El gobierno no da señales de cambiar su enfoque a pesar de las protestas de la población y de que el 95% de los casos son asintomáticos.

Dado el entorno geopolítico menos tenso en medio de las conversaciones de alto el fuego y una cierta relajación de la política monetaria a la espera del próximo FOMC, estamos volviendo gradualmente a una postura neutral sobre la renta variable. Al mismo tiempo, seguimos atentos a la evolución del QE y a las medidas de reducción de los balances de los bancos centrales. Seguimos infraponderando la duración, ya que la inflación sigue estando presente.

MERCADOS EUROPEOS

A pesar de la escasa visibilidad sobre las conversaciones de alto el fuego entre Rusia y Ucrania, los mercados subieron ligeramente después de que el rublo experimentara un fuerte repunte frente al euro y los precios del petróleo retrocedieran. Los sectores más castigados, como el automovilístico, el financiero y el de consumo discrecional, registraron las mayores ganancias. Sin embargo, la preocupación por el futuro endurecimiento del BCE resurgió cuando la inflación de los precios al consumo en Alemania alcanzó el +7,3% en marzo, es decir, más del +6,3% previsto, y un aumento respecto al +5,1% de febrero. No es de extrañar que esto se deba a la guerra de Ucrania y a la dependencia alemana de la energía rusa.

En cuanto a las noticias empresariales, la danesa Maersk advirtió que el cierre de Shanghái podría afectar a las cadenas de suministro mundiales. Aunque el aeropuerto y el puerto de la ciudad sigan abiertos, la naviera dijo que el aumento de los plazos de entrega provocaría cuellos de botella. Mientras tanto, Heineken y Carlsberg siguieron a otras empresas en su retirada de Rusia. Carlsberg sufrirá más, ya que el grupo realiza el 10% de sus ventas en Rusia. Los grandes problemas para las empresas europeas son la interrupción del suministro y la subida de los precios de las materias primas, como el aluminio. Las cerveceras también se verán afectadas por la subida de los precios de los cereales. En el sector de la energía, Veolia y Waga Energy han lanzado una empresa conjunta para producir biometano. El proyecto se inscribe en el marco de la energía sostenible de Veolia y reforzará la independencia energética de Francia al reducir la necesidad de importar gas ruso.

MERCADO EE.UU.

Fue una semana mixta para los índices estadounidenses: el Dow subió ligeramente, mientras que el S&P500 y el Nasdaq perdieron terreno. La inversión de la curva americana (entre los bonos a 2 y 10 años) fue el gran acontecimiento de la semana, ya que suele ser una señal de que se avecina una recesión.

Por otra parte, como reflejo de una economía boyante, el sector privado creó 455.000 puestos de trabajo en marzo y el crecimiento alcanzó el 6,9% interanual en el cuarto trimestre de 2021. Los volúmenes de negociación se mantuvieron en un muy débil 20% por debajo de la media de 200 días y el índice de volatilidad VIX siguió disminuyendo, cayendo a un mínimo no visto desde mediados de enero. Los precios del petróleo siguieron bajo presión después de que Estados Unidos decidiera liberar más reservas estratégicas. El WTI cayó un -7% hasta los 100 dólares. El cartel de la OPEP+ decidió no aumentar la producción por encima de los 400.000 barriles diarios ya acordados. Según Bloomberg, la Casa Blanca está buscando el apoyo de la Agencia Internacional de la Energía para animar a otros países a adoptar medidas similares. El apetito por el riesgo entre los pequeños inversores pareció repuntar, ya que el bitcoin volvió a entrar en territorio positivo en el año y Gamestop subió durante 10 días seguidos. La cadena de cines AMC Entertainment, otra de las acciones más conocidas, se disparó un +44%.

El Departamento de Justicia dijo que aprobaría una legislación antimonopolio para evitar que Google y Amazon favorezcan sus propios productos y servicios en sus plataformas.

Teslaganó un +8% después de que la compañía anunciara un desdoblamiento de acciones para ayudar a los pequeños tenedores a comprarlas. No se indicó la proporción del split.

Uberavanzó un +2% tras conseguir una licencia de 30 meses para seguir operando en Londres, poniendo fin a una larga batalla con los reguladores locales.

Apple subió por undécima sesión consecutiva, su mejor rendimiento desde 2003. La capitalización bursátil del grupo aumentó en 400.000 millones de dólares, hasta los 2,92 billones de dólares, o a un 2% de su máximo histórico.

Los valores de los semiconductores fueron objeto de demanda el jueves después de que el Senado aprobara un proyecto de ley que concedería 52.000 millones de dólares en subvenciones para reforzar la producción estadounidense.

Nielsen, la mayor empresa de datos y medición de mercados del mundo, se disparó un +20% tras acordar su compra por un consorcio de inversores por 16.000 millones de dólares.