Fidel Molina asegura que las máquinas tipo B en los bares son una ayuda imprescindible para poder mantener los locales abiertos, pagar el alquiler o los autónomos. id:69596
Los hosteleros valencianos respiran aliviados. El Tribunal Superior de Justícia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) ha aceptado la medida cautelarísima solicitada por SOS Hostelería que reclamaba la suspensión inmediata de la resolución de 11 de marzo de 2021 de la consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, por la que modifica la Resolución de 5 de diciembre de 2020 que prohíbe las actividades y máquinas recreativas dentro de los establecimientos de restauración y hostelería.
En su escrito, SOS Hostelería denunciaba que la Administración “no había explicado ni motivado en qué medida el uso de las actividades o máquinas recreativas dentro de los establecimientos de hostelería y restauración suponía un mayor riesgo de favorecer la trasmisión del virus en relación a aquellas otras actividades a las que sí se permite su ejercicio”.
El presidente de los hosteleros valencianos considera que “el ejercicio de actividades o máquinas recreativas dentro de los establecimientos de restauración y hostelería es perfectamente compatible con el uso continuado de la mascarilla y la desinfección de éstas después de cada uso y es equivalente a la dinámica de otros sectores como el del comercio”.
Fidel Molina considera “inexplicable” que la Generalitat hubiera prohibido la utilización de máquinas recreativas en los locales de restauración y hostelería y, en cambio, permitiera la utilización de las máquinas dispensadoras de tabaco existentes en esos mismos locales” cuyo uso si estaba permitido.
Los magistrados del TSJCV aseguran que en la resolución de la consellera de Sanidad Universal y Salud Pública “no existe motivo o explicación en lo más mínimo acerca de la concreta medida prohibitiva”, ni tampoco en el escrito de oposición presentado en este incidente cautelar por parte de la Abogacía de la Generalitat.
Los hosteleros aseguran que las máquinas tipo B instaladas en los bares son una ayuda imprescindible para poder mantener los locales abiertos, pagar el alquiler o los autónomos. En este sentido, Fidel Molina defiende que el uso de máquinas recreativas dentro de los establecimientos de restauración y hostelería es perfectamente compatible, no sólo con las restricciones de aforo, sino con el uso continuado de la mascarilla.