En el último semestre de 2020, la adopción del teletrabajo en España fue del 10,9% acercándose así a la media del 12,3% de la Unión Europea. id:73093
El teletrabajo, que ha aumentado en España hasta el 11,2% de la población ocupada durante el primer trimestre de 2021, ha sido un elemento decisivo para permitir la coexistencia de la actividad económica y las medidas adoptadas para la prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19.
Esta conclusión se desprende de los indicadores incluidos en el dosier Teletrabajo y trabajo en movilidad en España y la UE que acaba de publicar el ONTSI (Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad), adscrito a Red.es. Este estudio refleja cómo desde el segundo trimestre de 2020 al primer trimestre de 2021 en España se ha producido una adopción rápida del teletrabajo y que esta ha ido variando según la evolución de las restricciones asociadas a la pandemia. En el segundo trimestre de 2020, correspondiente con el periodo de confinamiento estricto, el 16,2% de los ocupados del país (3.015.200 personas) trabajaron desde su propio domicilio más de la mitad de los días. En el tercer y cuarto trimestre estos teletrabajadores descendieron a cifras cercanas al 10% y en el primer trimestre de 2021, con el agravamiento de la pandemia y debido a las medidas de reducción del contacto social por parte de las autoridades, este porcentaje creció de nuevo hasta el 11,2% (2.146.000 personas).
Analizando por género, se observa que el teletrabajo se ha adoptado durante la pandemia en mayor medida por las mujeres, mantenido porcentajes en todos los trimestres estudiados de 2,2 porcentuales por encima de los hombres en términos globales en un periodo especialmente intensivo en la conciliación de las cargas laborales y familiares dentro del ámbito del hogar. Esta distancia entre mujeres y hombres es ligeramente mayor que en la media de la Unión Europea, que se sitúa en 1,7 puntos porcentuales positivos.
Respecto a franjas de edad, las personas de 35 a 45 años tienen mayor presencia en la modalidad de trabajo a distancia por ser más compatible con la conciliación, dado que en este colectivo es más frecuente el cuidado de menores y dependientes. Los trabajadores más jóvenes (16-24) son los menos propensos al teletrabajo, seguido de los mayores de 55 y más años.
El teletrabajo en Europa
Según la Labour Force Survey (Encuesta de Población Activa de la UE) en el periodo 2011 – 2019, la adopción del teletrabajo era muy desigual en los países europeos, oscilando la media de la UE27 entre el 4,8 y el 5,5%. En el caso de España, la adopción era inferior, comprendida en el rango de 3,6 a 4,8% (Eurostat, 2021).
A partir del segundo trimestre de 2020 y como consecuencia de las medidas de prevención y contención que pusieron en marcha los Estados miembros para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, se ha impulsado definitivamente el teletrabajo en todos los países. En el segundo trimestre de 2020 el porcentaje de europeos que trabajaron desde el domicilio particular subió en todos los países, elevando la media de la UE hasta el 12,3%.
En la mayor parte de los Estados miembros son también más las mujeres las que trabajan desde casa que los hombres, con excepción a de los Países Bajos, Alemania, Suecia y Letonia, países en los que los hombres teletrabajan más que las mujeres.
La encuesta de TIC y comercio electrónico en empresas de 2019 y 2020 (de INE y Eurostat) (INE ETICCE, 2020), refleja que las empresas que proporcionan a las personas empleadas dispositivos portátiles que permiten una conexión móvil a internet para uso empresarial son más frecuentes en España que en la media de la UE27.
Se destaca así que en 2019 el 71% de las empresas españolas facilitaban dispositivos que permitían la movilidad de sus trabajadores frente al 69% de las empresas europeas. Esta preparación digital se ha consolidado en España en 2020, siendo el 74% de las empresas españolas que ofrecen este servicio frente al 70% de la UE de los 27.
Existe desigualdad por sectores, hay más empresas que proporcionan este tipo de equipamiento en los más tecnológicos (Telecomunicaciones, TIC, informática…), mientras que los que menor proporción presentan son los sectores de producción de bienes de consumo, alimentos y bebidas. Esta tendencia se constata también en la media de los países europeos.
Y también hay una marcada referencia de implementación respecto al tamaño: las empresas españolas muy pequeñas, de menos de 10 trabajadores, es segmento en el que habrá que poner especial énfasis en las políticas públicas de promoción digital, para que puedan incorporar la posibilidad de ofrecer la modalidad de teletrabajo a sus trabajadores en el futuro.