El nombramiento de un nuevo primer ministro y un cambio hacia una economía más ecológica podrían ayudar a restablecer la integración política en todos los niveles del Gobierno a medio plazo, pero la reactivación de la economía sigue siendo la prioridad clave a corto plazo, indican desde Scope Ratings. id:60711
La tan esperada reorganización del gabinete del presidente Macron, que comenzó el viernes 3 de julio con la dimisión del primer ministro Édouard Philippe en favor de Jean Castex, llega en un momento crítico para el Gobierno.
El presidente se enfrenta a los múltiples retos de reactivar la economía, abordar el imperativo problema del cambio climático y reajustar su presidencia en medio de un descenso de los índices de aprobación.
Francia se encuentra entre las economías más afectadas por la crisis del Covid-19, con una contracción económica prevista de alrededor del 11% en 2020, tras un período de bloqueo prolongado y riguroso. La actividad económica se recuperó en junio tras la relajación de las medidas de confinamiento, pero es poco probable que se recupere la plena capacidad antes del próximo año.
La aplicación de un plan de recuperación eficaz, incluido un estímulo fiscal bien diseñado, sigue siendo el principal desafío a corto plazo para el nuevo Gobierno. Las medidas anteriores, como el plan de reducción de la jornada laboral, contribuyeron a mitigar los efectos en el mercado laboral durante el período de bloqueo, el apoyo a la demanda interna y a los sectores más afectados son prioridades para los próximos meses.
"La remodelación del Gobierno de Francia representa una oportunidad para que el presidente Macron aumente el apoyo público durante los próximos dos años", dice Bernhard Bartels, analista principal para Francia de Scope. "Los índices de aprobación se verán determinados por la capacidad del Gobierno para asegurar una rápida recuperación económica y organizar el cambio estructural, equilibrando al mismo tiempo los intereses de los distintos grupos de votantes franceses".
La derrota del partido de Macron en las recientes elecciones locales refleja en parte las críticas generalizadas a las políticas del Gobierno, incluida su gestión de la crisis durante el brote de Covid-19 y la toma de decisiones centralizada desde arriba.
"La decisión de nombrar al exalcalde Jean Castex como primer ministro podría ayudar a fomentar un mayor apoyo político de los municipios y las regiones al Gobierno central, así como a asegurar el respaldo público a la agenda política del gabinete", dice Thibault Vasse, analista de Scope. "Con su experiencia previa en el trato con los sindicatos y en la dirección de una pequeña ciudad, el nuevo primer ministro podría suponer un apoyo en el manejo de las prioridades políticas clave que se avecinan, incluidas las reformas del sistema sanitario, la ahora demorada reforma de las pensiones, los esfuerzos por ecologizar la economía y las posibles iniciativas de descentralización".
La reorganización del gabinete puede contribuir a reestablecer la presidencia de Macron y ayudarle a lograr llevar a cabo la agenda política de su gobierno en los próximos dos años. Sin embargo, el foco de atención a corto plazo será el plan de recuperación, el estímulo fiscal efectivo y asegurar la preservación del tejido económico y social del país.
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