Ya desde enero pasado los mercados internacionales están desquiciados, no solo en lo que se refiere a la importación de artículos para uso sanitario sino, también, a todos los de uso común. Los controles aduaneros más exhaustivos y las demoras en los despachos han hecho que muchas mercancías queden retenidas durante semanas.
Estas dificultades las han sufrido todo tipo de comercios, grandes y pequeños, de todos los sectores. Para saber cómo lidiar con las dificultades y desafíos de importar durante la pandemia hemos acudido a la experiencia de Pedro Ramos, joven emprendedor detrás de All Shisha tienda de cachimbas, con base en Granada.
Consejos para importar en tiempos de coronavirus
- No precipitarse ante la escasez de ciertos productos.- En un mercado con la demanda descontrolada no vale la pena tampoco intentar hacer pedidos mucho más grandes para que nos hagan caso.
- Explorar alternativas y analizar la fiabilidad de nuevos proveedores si los habituales no son capaces de suplir nuestra demanda.- Si fuimos previsores, hasta cierto momento nuestros almacenes debieron tener el stock normal pero después las cosas se complicaron. Una búsqueda previa de nuevos proveedores con garantías de calidad y suministro puede ayudarnos a continuar con la cadena de suministro intacta. Recordemos que en los primeros momentos de pánico no había ni leche en los supermercados, ni papel higiénico en ningún sitio.
- Informarse en las administraciones públicas ante posibles bloqueos en aduanas de ciertos productos.- Es decir, no vale la pena comprar y pagar nada que sepamos de antemano que no va a pasar por la aduana. Son ganas de tirar el dinero.
- Estar alerta ante posibles estafas y proveedores fraudulentos.- El Gobierno español realizó compras millonarias de mascarillas a fabricantes que no estaban autorizados a exportar ni por las propias autoridades chinas. No es una crítica, es un hecho y el dinero se recuperó. Pero averiguar a quién vende el nuevo proveedor y qué historial tiene no está de más. A nosotros las autoridades chinas no nos van a echar una mano para que nos devuelvan el dinero.
- En tiempos como estos muchos aprovechan para lucrarse de la necesidad de pequeños empresarios, ofreciendo productos falsos o de baja calidad.- Si al final lo que importamos no es aquello a lo que está acostumbrada nuestra clientela problema es doble. Gastamos el dinero y no podemos vender sin perjudicar gravemente nuestra imagen de marca.
Más que nunca, las habilidades de negociación y comunicación pueden ser la diferencia entre triunfar y fracasar a la hora de importar productos, ya sea tratando con empleados de aduanas o con los mismos proveedores.