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Importancia del mantenimiento de la caldera cuando llega el frío

Importancia del mantenimiento de la caldera cuando llega el frío
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martes 13 de octubre de 2020, 12:35h
La llegada del otoño es sinónimo de días más cortos, bajada de temperaturas y mayor gasto en la factura eléctrica, porque obliga a encender los aparatos de climatización y las calderas. El confort térmico de una vivienda es muy superior si se dispone de equipos perfectamente acondicionados para ello, como pueden ser las calderas. id:64013
Sin embargo, un uso inadecuado de estos dispositivos puede llevar al traste esa calidez en el hogar y provocar un mayor gasto económico en las facturas. Además, si la caldera no se utiliza de la manera adecuada, el resultado será tener que avisar a un técnico o una empresa de reparación para poner a punto el equipo.

Más allá de esta solución, que es reactiva, lo aconsejable es llevar a cabo un comportamiento proactivo, previsor, y ahí es donde entra en juego el Mantenimiento de calderas, una práctica que, más allá de las revisiones periódicas que son obligatorias, recomiendan todos los fabricantes, especialmente cuando se aproxima la temporada de frío.

La caldera es un equipo peligroso

Un dispositivo de este tipo, aunque por lo general suelen ser muy seguros, comporta ciertos riesgos, sobre todo cuando hay algún sistema que no funciona correctamente o alguna pieza no está perfectamente alineada.

En este sentido, los técnicos de calderas son los expertos en comprobar el funcionamiento adecuado del equipo. Una vez al año es importante realizar una revisión minuciosa del dispositivo y llevar a cabo el mantenimiento. Además, hay que contratar a técnicos o empresas especializadas, pues cuentan con la experiencia suficiente para detectar fallos de funcionamiento.

El mantenimiento y la revisión como tareas de obligado cumplimiento

Más allá de salvaguardar la salud de la vivienda y de las personas que habitan en ella, estos trabajos de mantenimiento deben hacerse porque es el modo de cumplir con la ley. El marco legal español indica que es imprescindible llevar a cabo estos trabajos.

Al fin y al cabo, tener equipos de este tipo instalados en casa es una cuestión de salud pública, pues si ocurre un accidente, no solo puede verse afectada la vivienda o la familia en cuestión, sino también los vecinos.

Una forma de ahorro a largo plazo

Las tareas de mantenimiento y revisión son vistas a menudo como un gasto innecesario, pero ya es hora de considerar estos trabajos como una inversión a largo plazo. La revisión de la caldera por parte de un profesional cualificado, con su presupuesto asociado, es una forma de evitar males mayores, además de cumplir con la ley.

Una caldera revisada y que funciona correctamente es un equipo más eficiente y, por tanto, más económico en lo que respecta a la factura eléctrica. Por otro lado, si los pequeños fallos de funcionamiento se detectan en estas revisiones periódicas, el costo de solventarlos es más económico que si lo dejamos pasar, pues todo puede acabar en la inutilización total de la caldera o que se produzca un accidente en la vivienda.

¿Cuáles son las averías más comunes por falta de mantenimiento?

La falta de mantenimiento lleva a consecuencias claramente detectables que pueden solventarse con las revisiones periódicas. Si el sistema de calefacción se apaga de manera repentina, la temperatura sube muy rápido o, por el contrario, los radiadores suelen estar fríos, lo que ocurre en la mayoría de casos es que existen problemas en el cableado.

Otro síntoma que determina un mantenimiento inadecuado es que se produzca una obstrucción en la salida de humos por algún error en los indicadores de la caldera. La consecuencia es que el monóxido de carbono no se evacúa y el equipo se bloquea por seguridad.

Los problemas con la presión, especialmente la bajada de este indicador, también son muy habituales. Por este motivo, el agua caliente y la calefacción no se activan de manera correcta. Si bien esta situación se puede corregir cómodamente, llenando el circuito con la presión recomendada por el fabricante, en caso de duda lo más aconsejable es avisar a un especialista.

Una caldera más eficiente

El punto anterior guarda relación con este que comentamos. Las calderas solo funcionan de manera eficiente si existen controles periódicos de la instalación. El mantenimiento anual permite comprobar qué está fallando o qué se puede mejorar en el equipo para que su eficiencia sea máxima. Así conseguiremos que la vida útil real concuerde con la que prometen los fabricantes.

Siempre resultará más económico hacer frente al precio que supone el mantenimiento y revisión de una caldera que tener que afrontar un mayor desembolso para arreglar equipos inutilizados o, directamente, adquirir otros dispositivos.

Y todo esto, no debemos olvidar, queda en un segundo plano, porque lo más importante es garantizar la salud de quienes habitan en la vivienda. Una caldera en mal estado es un riesgo potente de sufrir accidentes, algo que debemos evitar a toda costa y que podemos hacerlo con el mantenimiento periódico.

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