Tras el furor de las nuevas emisiones en enero, prevemos que la actividad del mercado de deuda asiático se ralentizará en febrero, a medida que se acerque el Año Nuevo Chino. id:67789
Además, la reciente estabilización de la curva de rendimientos de los bonos a 10 años estadounidenses probablemente haya eliminado la urgencia de las empresas asiáticas por emitir bonos. Esto debería suponer un alivio muy necesario para el mercado de bonos asiático, que está empezando a mostrar signos de indigestión en el mercado primario.
Con la volatilidad provocada por la política de Trump ya fuera de escena, esperamos que las señales macroeconómicas tradicionales vuelvan a ser los principales impulsores del mercado de bonos. En otras palabras, la atención volverá a centrarse en la interacción de la economía y la política fiscal/monetaria. En este sentido, el Covid sigue siendo el tema de mayor importancia y, evidentemente, gran parte del optimismo mostrado por la vacuna a principios de año parece haber sido precipitado, ya que los casos siguen aumentando mientras que el avance de la vacunación decepciona. Si bien la vacuna puede frenar la reciente tendencia al alza de la curva de contagio, creemos que es inevitable que aumenten los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. y la debilidad del USD, dado que Biden seguirá queriendo impulsar su agenda fiscal mientras mantenga el control del Senado y la Cámara de Representantes.
En la región asiática, la clave con respecto al Covid estará en la medida en que la limitación del movimiento de personas por parte de las autoridades chinas durante las vacaciones del Año Nuevo Chino afecte negativamente al consumo. Ya estamos empezando a ver que algunos sectores sensibles, como el turismo y el comercio minorista, operan con cautela antes de las fiestas, aunque es el sector inmobiliario el que inevitablemente causará el mayor impacto en nuestros mercados. Dicho esto, el año pasado los títulos inmobiliarios demostraron una increíble resiliencia, tal y como sugieren los recientes las cifras de ventas anuales, las empresas fueron capaces de lograr un crecimiento impresionante a pesar de los confinamientos. En nuestra opinión, dado que la demanda del sector sigue siendo robusta, la política gubernamental continuará impulsando el rendimiento de los bonos y, pese a que las recientes medidas de limitación, como la nueva regla de “las tres líneas rojas chinas”, pueden suscitar algunas preocupaciones sobre la volatilidad, en última instancia, esto es positivo para la estabilidad del sector, en nuestra opinión. Resulta muy revelador que, a pesar de fuerte caída que experimentaron recientemente los bonos del gran emisor CHFOTN, todavía no hayamos visto esto traducido en una venta importante en el resto del sector, lo que indica que los bonos inmobiliarios chinos siguen siendo atractivos para los inversores nacionales.