Iniciar en el mundo de los negocios no siempre es fácil. Todos soñamos con esa independencia económica que nos permita vivir en paz y solventes. Y es que el dinero es muy bueno como esclavo, pero terrible como amo. Por eso, cada vez nos encontramos ante una generación de emprendedores, un sello característico de los millennials, inconformes con la rutina y el salario, visionarios por naturaleza. id:81266