Las casas de apuestas y las multinacionales asiáticas se erigen como los nuevos mecenas del fútbol español

¿Qué millenial aficionado al fútbol no recuerda a Zamorano, Laudrup o Raúl con aquella camiseta Teka del Real Madrid? ¿Y a Caminero y Futre con la de Marbella? Los noventa, qué tiempos…Asistimos a lo largo del siglo XXI a un proceso de modernización del fútbol, no solo en lo estructural y social, sino también en lo mediático y, como consecuencia, en lo económico. Así, los clubes de La Liga no han tardado en aprovechar este escenario y buscar en los mercados emergentes nuevos patrocinadores con los que firmar acuerdos millonarios. A este respecto las casas de apuestas deportivas y las multinacionales asiáticas se han posicionado como los grandes mecenas del fútbol español. Lejos quedan ya aquellos años de oligopolio de las marcas deportivas y las empresas automovilísticas o tecnológicas. Ahora manda el dinero, sea cual sea su origen.

Hay que retroceder hasta el año 2004 para encontrar el primer patrocinio de una casa de apuestas en un equipo de Primera División. Fue el Real Betis, que lucía en su elástica verdiblanca el logotipo del operador Globet. Dos temporadas después el Sevilla FC hacía lo propio con 888sport, y ya en el año 2007 el Real Madrid firmaba un acuerdo multimillonario con la prestigiosa casa austriaca Bwin. En la actualidad todos los equipos de Primera -a excepción de la Real Sociedad, cuyos socios rechazaron en una consulta ligarse a este tipo de patrocinio- cuentan entre sus principales esponsors con una casa de apuestas. La evidente relación entre ambas industrias facilita enormemente las negociaciones. Así, el Atlético de Madrid y el Valencia están vinculados en la actualidad a Bwin, el Real Madrid a Codere, el Villarreal, el Athletic de Bilbao y el Getafe a bet365 y el FC Barcelona a la del nuevo operador 1Xbet.

Pero la relación de algunos clubes con este tipo de entidades va más allá del simple patrocinio. Y es que hasta siete equipos de Pimera División tienen a un operador del juego estampado en su camiseta, convirtiéndose así en el partner oficial del club. Son los casos del Alavés, Leganés y Levante con betway, del Mallorca con betfred, de Osasuna con Kirolbet, del Sevilla con MarathonBet y del Valencia con bwin. La estrecha relación entre ambos mundos, que comparten unos intereses y unos clientes comunes, es incuestionable.

Para los grandes clubes de fútbol de nuestro país la globalización del espectáculo del balompié también ha supuesto la apertura del mercado asiático. Las emergentes economías de Oriente y su nueva pasión por el fútbol no han pasado desapercibidas para los gigantes de La Liga. Así, el Grupo Wanda, conglomerado chino propietario de la cadena de cines más grande del mundo, no solo se convirtió en uno de los pilares económicos del Atlético de Madrid, dando nombre a su flamante estadio Metropolitano, sino comprando hasta un 20% del accionariado del club madrileño. Además, Plus500, empresa financiera de trading de origen israelí, es desde hace ya cinco temporadas patrocinador principal del equipo rojiblanco.

Un antes y un después marcó el histórico acuerdo que alcanzaron en el año 2013 la aerolínea FlyEmirates de los Emirates Árabes Unidos y el Real Madrid. El contrato vincula a ambas partes hasta el 2022 a razón de 70 millones por temporada. Una auténtica mina para el club de Chamartín, que con Florentino Pérez al frente ha logrado convertirse en una auténtica máquina de hacer dinero. Por su parte el FC Barcelona luce en su camiseta por tercer año consecutivo el logo de Rakuten, la mayor tienda online de Japón (el Amazon asiático), percibiendo por ello 55 millones de euros anuales, unas cifras impensables hace solo unos años.

La globalización del fútbol, su consolidación como actividad de ocio prioritaria en muchos países del mundo y el crecimiento de algunas industrias al amparo de Internet han posibilitado los asombrosos números que en la actualidad manejan clubes como el FC Barcelona, el Real Madrid, el Valencia o el Atlético de Madrid. Por eso las multinacionales textiles del deporte, los bancos y las empresas automovilísticas comparten ahora protagonismo con estos nuevos mecenas del fútbol nacional. Y cada centímetro de camiseta y photocall vale su peso en oro. Que se lo digan a Florentino Pérez.