Seguimos siendo optimistas con respecto a los mercados de renta variable europeos. Los fundamentales siguen siendo favorables, ya que las campañas de vacunación masivas están tomando buen ritmo, las economías están a punto de reabrir por completo y los beneficios empresariales parecen muy buenos en comparación con los datos bajísimos de 2020. id:73197
Es probable que los gobiernos se muestren reacios a retirar los apoyos a la economía, lo que se traducirá en una abundancia de liquidez, que suele ser positiva para los mercados de renta variable. De hecho, los más agresivos, como el Gobierno de Biden, están incluso discutiendo la posibilidad de añadir nuevos estímulos. Esto hará que los inversores confíen más en el crecimiento - otro aspecto positivo para la renta variable.
Asimismo, los bancos centrales se han comprometido a no eliminar los estímulos monetarios por el momento. La primera subida de tipos de la Fed no se producirá en 2021, sino muy probablemente en el segundo semestre de 2022. El BCE seguirá comprando bonos corporativos en el futuro inmediato: el primer programa que se liquidará será el PEPP, que sólo se compone de deuda soberana, no de crédito. Por tanto, las empresas seguirán disfrutando de abundante liquidez, otro factor positivo para los mercados de renta variable.
Aunque, el mercado estadounidense está caro, las valoraciones en Europa no están disparadas, sobre todo si se observa la prima de riesgo (rendimiento de los beneficios menos el rendimiento de los bunds alemanes). Por último, la renta variable ha sido históricamente una buena defensa contra la inflación, lo que la hace atractiva en el entorno actual.